jueves, octubre 26, 2006
Guiñado por la locura
Llega la noche y se avecinan los sueños dispuestos a entretener mi consciencia. Otro dia en que mi alma ha seguido la inercia de mi cuerpo, deslizándose por el vacio de mi ser. La suave superficie sin fricción impide la posibilidad de cambiar de rumbo. Mis manos buscan desesperadas un lugar donde aferrarse y frenar este movimiento, tan constante y silencioso como fatal, pero no lo hay. La suavidad de esta vacuidad en mi alma me conduce hacia un lugar que desconozco, un lugar que me espera callado y en las más oscuras tinieblas.
Cerca ya de llegar al pozo de mi vida, llegó un ángel que me arrastró de nuevo al bosque donde se encuentran quienes han logrado la felicidad. El ángel fué mi luz y me olvidé de mi triste destino. Mi ángel era perseguido por un fauno, que me queria devolver a las tinieblas, pues decía que era su dueño. Esto nos unía todavia más a ambos, el tiránico fauno estaba desesperado y se hacía cada vez más peligroso. Ante la amenaza del tirano y sus hermanos, decidimos huir por un tiempo a un lugar inhóspito para mi, la isla de la Eternidad Perdida. Este lugar era mágico y allí podríamos pasar juntos los dias sin miedo a amenazas, mi ángel allí era muy respetado. Pero los momentos de felicidad se fueron desvaneciendo junto a la luminosidad angelical de mi acompañante en el viaje, pues la mágia del lugar era poderosa. Aquel lugar nos atrapó y se volvió contra mi, un simple mortal, mientras la magia hacía efecto en la luz del ángel, mi luz. El miedo se apoderó de mi, y las tinieblas volvieron a oscurecer mis sueños, enhojadas por haber escapado de ellas. La luz era ya ténue, pero conseguimos volver al bosque. Allí, los faunos todavia esperában, y el tirano aprovecho la oscuridad del ángel que me prometió la vida, para apresarle. Mientras, yo soy envuelto por las tinieblas, que me separan de este sueño arrastrándome rápidamente. Mi alma vuelve a salir por mis ojos en forma de lágrimas, el bufón me sonríe nuevamente mientras me tortura y en mis sueños, solo veo a una grácil figura luminosa alada que ya nunca volverá a brillar para mi. Mientrastanto, corrientes de aire frio con olor a descomposición acarician mi rostro, esto es el final; para lo que nacemos. No esperaba verlo de cerca tan pronto, pero me salvará a pesar de que lo temo. No se si merece la pena luchar para huir, nadie lo sabe...
A mi alrededor, todo está en movimiento. Me acompañan figuras, olores, sabores, formas y sonidos que interactuan con mi cuerpo, entretienen mis sentidos y generan sentimientos primarios como el dolor, el frio o el miedo. No obstante todo esto se vuelve gaseoso para mi alma, que sigue deslizándose sin dirección hacia su destino: el destino de todas las almas, ese gran desconocido que nos espera con los brazos abiertos y cuya existencia nos consuela en los peores momentos de la vida, dando una melancólica intensidad a los buenos. Ese desconocido que como tal, es fuente de nuestro pánico.
Un bufón vestido de cuero rojo acaricia mis entrañas en busca de mis miedos. Me promete poner fin a todo este dolor, me dice que solo el es capaz de dar una soga a mi alma para modificar su rumbo. Pero esta soga se ha enredado en la garganta de mi yo inmaterial acercándole a su destino, donde se liberará de mi cuerpo para acabar pudriéndose inerte. Llevo esta soga impotente y en mi soledad aparece el bufón para tirar de ella. No puedo separarme de el totalmente, siempre anda presente espectante y hace acto de presencia en mis momentos de debilidad.
Este maldito bufón, tras guiñarme el ojo, debilita mi razón y consigue que todo a mi alrededor me haga daño. Me hace mirar al pasado continuamente, y este también se vuelve contra mi. Mi visión se oscurece por las lágrimas que velan mis ojos, y mis entrañas se estremecen en un impás de tensión y electricidad. Ahí me encuentro yo en medio del tormento, atrapado entre un futuro, que ante mi se eleva cual colosal y opresor muro de bruma, y un pasado lleno de errores, sueños perdidos e impotencia. No puedo luchar contra este maldito lazo, solo consigo aflojarlo dejándome llevar por el, separando mis pensamientos de toda lógica racional para dejarme llevar por el instinto subconsciente. Pero todo esto que me alivia, genera cuando vuelve a apretar la soga un efecto inverso que aflora en remordimiento, hiriendo mi maltrecha conciéncia.
Cerca ya de llegar al pozo de mi vida, llegó un ángel que me arrastró de nuevo al bosque donde se encuentran quienes han logrado la felicidad. El ángel fué mi luz y me olvidé de mi triste destino. Mi ángel era perseguido por un fauno, que me queria devolver a las tinieblas, pues decía que era su dueño. Esto nos unía todavia más a ambos, el tiránico fauno estaba desesperado y se hacía cada vez más peligroso. Ante la amenaza del tirano y sus hermanos, decidimos huir por un tiempo a un lugar inhóspito para mi, la isla de la Eternidad Perdida. Este lugar era mágico y allí podríamos pasar juntos los dias sin miedo a amenazas, mi ángel allí era muy respetado. Pero los momentos de felicidad se fueron desvaneciendo junto a la luminosidad angelical de mi acompañante en el viaje, pues la mágia del lugar era poderosa. Aquel lugar nos atrapó y se volvió contra mi, un simple mortal, mientras la magia hacía efecto en la luz del ángel, mi luz. El miedo se apoderó de mi, y las tinieblas volvieron a oscurecer mis sueños, enhojadas por haber escapado de ellas. La luz era ya ténue, pero conseguimos volver al bosque. Allí, los faunos todavia esperában, y el tirano aprovecho la oscuridad del ángel que me prometió la vida, para apresarle. Mientras, yo soy envuelto por las tinieblas, que me separan de este sueño arrastrándome rápidamente. Mi alma vuelve a salir por mis ojos en forma de lágrimas, el bufón me sonríe nuevamente mientras me tortura y en mis sueños, solo veo a una grácil figura luminosa alada que ya nunca volverá a brillar para mi. Mientrastanto, corrientes de aire frio con olor a descomposición acarician mi rostro, esto es el final; para lo que nacemos. No esperaba verlo de cerca tan pronto, pero me salvará a pesar de que lo temo. No se si merece la pena luchar para huir, nadie lo sabe...
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Cadascú que ho interprete com vulga. No tot son parides en este blog, depén de l'estat d'ànim de qui publica i ara necessitava escriure això.
De todo un poco. Es lo que pasa cuando se rompe la tela de araña. Al próximo post volveré a la temática habitual.
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